Guerra en Ucrania llega a su fase más cruenta; el choque de frentes de batalla

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En días recientes se está desarrollando una nueva fase del conflicto bélico en Ucrania, lo cual está dejando múltiples aldeas, y ya también ciudades, destruidas de una forma casi absoluta, al ser el escenario de duras batallas, donde se están concentrando casi por vez primera, las más avanzadas capacidades rusas, ante los más fuertes frentes de resistencia ucranianos; se trata de una etapa, que puede cambiar para siempre el curso de la historia.

Imágenes de los combates de hace unos días en Marinka; en la frontera entra Ucrania y el Donbás

Una operación militar por fases

Quizá algún día llegue a corroborarse, si fue una estrategia planteada desde hace una década, o algo espontáneo, no obstante que lo que parece innegable, es que de momento, Rusia ha obtenido un beneficio y victoria mucho mayor a lo que hubiera sido, si el Donetsk y Lugansk hubieran seguido la misma vía secesionista rápida de Crimea.

Si estos territorios, desde que comenzó el conflicto por el golpe de estado en Ucrania en 2014, simplemente se hubieran anexado, hasta el territorio que las milicias independentistas y poblaciones pro rusas llegaron a dominar para confirmar las Repúblicas Independientes del Donetsk y Lugansk, quizá hasta aquí llegaría hoy el territorio que Rusia controla; no obstante que tras estallar la Operación Militar en 2022, los beneficios para Rusia están siendo mayores.

Durante muchos años, al menos desde 2014, la frontera de facto, entre estas nuevas repúblicas separatistas y el territorio controlado por el ejército de Ucrania, se convirtió en una línea de batalla, que gradualmente se fue fortaleciendo de cada lado, como una especie de barricada militar 400 km de largo.

Mapa de la situación en 2014. En rojo el territorio que pasó al control de la guerrilla independentista de Donetsk y Lugansk. La frontera o línea de batalla, quedó a la orilla de las ciudades de Donetsk, Makiivka y Gorlovka. Esta frontera se mantuvo en conflicto, pero casi permanente en su misma posición, desde 2014. Más abajo en rojo también el territorio de Crimea.

Por mucho tiempo esta frontera de facto, desde donde se lanzaban misiles y disparos desde ambos bandos, concentró las tensiones bélicas, y parecía podía ser el punto donde en cualquier momento podrían tratar de romper la línea batallones enteros, para tratar de conquistar finalmente los territorios opuestos.

Tras estallar el conflicto bélico a inicios del 2022, después de que Rusia anunciara una operación militar especial, la primera fase se desvió de esta línea de batalla, y se enfocó en consolidar, lo que es quizá el mayor beneficio de Rusia con todo esto: poder conectar finalmente Crimea con el territorio ruso continental.

Rusia, comenzó la primera fase del conflicto bélico, lanzando una operación coordinada en varios frentes; por el noreste desde Lugansk, por el sur desde Crimea, e incluso por el norte de Ucrania, amenazando con tocar Kiev.

La amenaza a Kiev, siendo el corazón central del régimen de Zelenski, provocó un desplazamiento masivo de tropas ucranianas a resguardar las prioridades; fue así que las tropas rusas, pudieron avanzar con gran rapidez y relativa facilidad en otros los otros frentes, hasta lograr dominar el sur más allá de Jersón, y avanzar por el norte hasta asustar Jarkov, la segunda ciudad más poblada del país.

Con esta primera fase, se logró conectar Crimea con el Donetsk, y además encerrando y tomando finalmente la ciudad de Mariupol, el bastión nacional (y para muchos incluso, global) de los neonazis, y uno de los puertos más importantes de Ucrania.

Mapa de los avances rusos en la primera fase del conflicto. Animación: Sky News

Todos estos avances, se realizaron sin enfrentamientos tan intensos; pues las tropas ucranianas, se tuvieron que enfocar en asegurar las ciudades principales, lo que permitió un avance rápido a los rusos en otros frentes, y sin enfrentamientos a escala masiva.

La mayor resistencia fue la que se tuvo precisamente en Mariúpol, pues los neonazis como el Batallón Azov, habían recibido años de equipamiento, capacitación y armamento, lo que permitió resistir algunos días, hasta que terminaron acorralados como ratones en una fábrica.

Retiradas en relativa paz

Mientras que en estos territorios ganados por Rusia, se aplastó por la vía militar la escasa resistencia ucraniana, los territorios que ha recuperado Ucrania con el conflicto, también avanzaron sin demasiada intensidad bélica, pero en este caso por decisiones estratégicas del ejército ruso.

Después que avanzaron tan fácil hasta casi alcanzar Jarkóv, y después de que Ucrania pudo asegurar Kiev, las fuerzas de Zelenski se enfocaron en recuperar la zona de Jarkóv, así como también en contener el avance al sur, pues no solo se amenazaba con alcanzar Odessa, lo que sería catastrófico para Ucrania, sino que además tenían una oportunidad de acorralar a las tropas rusas, gracias a las condiciones geográficas.

En ambos casos, los rusos tomaron la decisión de no pelear, y se replegaron del territorio.

Primero en el norte, abandonando prácticamente el oblast de Jarkóv, y enfocándose en formar una nueva y sólida línea de batalla, para defender las nuevas fronteras del Lugansk -ruso-, pues este es territorio que sí reclamó en las urnas su independencia de Ucrania, y que por tanto justifica también la incursión militar rusa.

Posteriormente, en Jersón, al sur, los rusos también desertaron de seguir del lado oeste del río Dnipro, conscientes de los numerosos batallones que se aproximaban en la mayor cantidad y fortaleza jamás formada antes por Ucrania; evitando así, lo que titulares occidentales anticipaban sería la «Gran Batalla de Jersón».

En azul los territorios abandonados por las tropas rusas y recuperadas por Ucrania. En rojo, la zona donde han asumido el control los rusos.

Finalmente esa cruenta batalla nunca llegó, pues Rusia optó por replegarse al otro lado del río, destruyó los puentes, y terminó de consolidar una barrera militar y natural, que da origen a una nueva frontera difícil de franquear; que les permite asegurar el área con la cual sostienen su gran objetivo: mantener la conexión entre Crimea y la Rusia continental.

La nueva fase; la hora del enfrentamiento

Después de avances rápidos y sorpresivos, y retiradas estratégicas, en semanas recientes el conflicto en Ucrania ha entrado a una nueva etapa, que se está convirtiendo en la más cruenta y disputada.

Después de que Zelenski rechazara la petición de paz solicitada tras los referendums secesionistas de Jersón y Zaporiyia, Rusia tomó nuevamente la batuta de la batalla, y ha generado un nuevo frente, rompiendo finalmente esa línea de batalla que se había formado originalmente entre el oeste del Donbás (Donetsk + Lugansk) y el este de Ucrania; con la consigna de recuperar completo el óblast del Donetsk que declaró su independencia de Ucrania.

Estas fuertemente fortificadas fronteras de facto, han empezado a ser penetradas gradualmente por las fuerzas armadas rusas.

Están avanzando por el suroeste de Donetsk, acariciando ya Velyka Novosilka; han logrado tomar al sur la pequeña ciudad clave de Pavlinka; al noroeste están ya alcanzando prácticamente Vodyane; y también al poniente de la capital están avanzando cuadra a cuadra, en la ciudad de Marinka.

Mapa de la batalla al este del Donetsk. En amarillo lo avanzado por Rusia en semanas recientes. Línea roja, territorio que podría dominar si controla la ruta Pavlinka-Marinka. En verde el territorio que podría tomar son controla la ruta Marinka-Pavlinka-VelykaNovoliska.

Marinka se ha vuelto uno de los escenarios más siniestros de la guerra en Ucrania, pues se ha convertido en una ciudad fantasma, donde día a día están combatiendo de forma intensa, poderosos batallones rusos, contra avanzadas unidades militares ucranianas.

La ciudad, que hoy se encuentra en ruinas, en realidad empezó a ser objeto de disputa desde hace 8 años; el régimen ucraniano pro occidente, desde esta ciudad, e incluso desde inmuebles civiles como escuelas, estuvieron disparando continuamente misiles contra las ciudades del Donbás, incluida la capital de Donetsk, que ha vivido bajo ataques contra poblaciones civiles desde 2014.

Aunque hoy lucen desoladas, en realidad han venido siendo deshabitadas gradualmente; la llamada de alerta, llegó cuando inició el conflicto bélico este año; Rusia, hizo un llamado a civiles para desalojar todas las poblaciones del Donbás, incluidas las del lado ruso, pero también enviando el mensaje implícito a las localidades en el lado bajo control del ejército ucraniano.

Y si lo de Marinka luce desolador, lo que parece estar por venir, puede ser aún peor, pues finalmente podría presentarse una batalla por una ciudad de mayor tamaño, y en un tiempo y momento que permitiría enfrentar a ambos ejércitos, con una parte importante de su poderío.

La gran batalla de Bajmut

Como parte de esta estrategia rusa de romper las líneas de batalla en el Donbás, también se presenta un importante avance al norte del Donetsk, cerca del punto medio que conecta con Lugansk, el cual parece tener por objetivo tomar la ciudad mayor de Artemivsk, también llamada Bajmut.

En este caso no se trata de una aldea o pequeña localidad, sino una ciudad que hasta hace un año tenía más de 70 mil habitantes, y que tiene una posición geográfica clave, que le ha valido ser denominada históricamente «la llave del Donbás«.

En amarillo los avances de las tropas rusas en días recientes.

Y es que Bajmut, es también un punto de paso para todas las regiones del Donbás, ciudad que conecta directamente en 7 direcciones distintas, y que está siendo cercada gradualmente con el avance ruso.

Hace unas semanas, avanzaron las tropas rusas hasta los límites al sur de la ciudad; en días recientes se han acercado en medio de intensos ataques por el flanco este, buscando aislar la ciudad de las rutas de abastecimiento, y generando ya desde hace unos días por primera vez avances con tropas en la zona urbana de la ciudad.

En este frente de batalla, se está generando un feroz enfrentamiento, donde cada metro es disputado con gran intensidad, no sin antes ser destruido varias veces previamente.

Si Bajmut resiste la incursión, podría obligar a la parte rusa a poner un alto a su ofensiva; no obstante que si cae, estará quedando vulnerable ya una gran parte del territorio del Donetsk ucraniano, que es también reclamado ahora por su contraparte rusa; dejando además un aviso y antecedente, para las grandes ciudades del Donetsk que siguen bajo control ucraniano, como son Sloviansk y Kramatorsk.


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